El uso diario de nuestras pulseras, anillos, colgantes… favorece que la plata esté más limpia y brillante. Durante los periodos en los que no uses las piezas, es recomendable guardarlas en una bolsita hermética, preservando así la pieza de la luz y el aire, que son los dos elementos que harán que se ponga oscura la plata.
Para limpiar la plata, colocar la pieza en un recipiente con agua tibia y unas gotas de jabón neutro y frotar suavemente con un cepillo de dientes, eso si, tendremos que tener especial cuidado con piezas de circonita y marquesita ya que estas se pueden caer o despegar. También tenemos a la venta las bayetas para la limpieza de plata.